Un equipo de científicos de la Universidad de París ha logrado un avance significativo en el conocimiento del planeta Marte. A través del análisis de datos de ondas sísmicas captadas por la sonda InSight de la NASA, se ha confirmado la existencia de un núcleo interno sólido en el planeta rojo, una revelación que desafía las teorías previas sobre su composición.
La investigación, publicada en la revista Nature, revela que el núcleo de Marte, aunque predominantemente líquido, alberga en su centro una esfera sólida con un diámetro de aproximadamente 1.200 kilómetros. Este descubrimiento, considerado un hito en la planetología, se basa en el estudio de las ondas sísmicas generadas por los “martemotos” (terremotos en Marte).
Las ondas, que viajaron a través de las capas internas del planeta, permitieron a los científicos obtener una imagen detallada de su estructura. La clave fue detectar el momento en que las ondas rebotaban en el núcleo sólido, un fenómeno que solo puede ocurrir si la materia es lo suficientemente densa.
¿Por qué es tan importante este hallazgo?
El descubrimiento de este núcleo sólido es crucial para comprender la evolución de Marte. A diferencia de la Tierra, que posee un núcleo sólido y un campo magnético robusto, el planeta rojo perdió su campo magnético hace miles de millones de años. La nueva información podría ofrecer pistas sobre por qué ocurrió esta diferencia evolutiva.
Los científicos creen que el enfriamiento y la solidificación de este núcleo interno podrían ser los responsables de la desaparición del campo magnético marciano. Al solidificarse, el núcleo habría dejado de generar el movimiento de metales líquidos que produce el efecto dinamo, el cual crea el campo magnético.
El hallazgo, que desmiente la creencia de que Marte tenía un núcleo totalmente líquido, proporciona una nueva perspectiva sobre la historia geológica del planeta y podría ayudar a responder una de las preguntas más grandes de la ciencia: ¿Por qué Marte perdió su habitabilidad?
Este avance, en el que participó activamente el científico francés Henri Samuel del Instituto de Física del Globo, es un testimonio del valor de las misiones espaciales como InSight y abre la puerta a nuevas investigaciones que profundicen en los secretos que aún guarda nuestro vecino planetario.