En un escenario de alta tensión y expectativa, los presidentes de los clubes Independiente, Néstor Grindetti, y Universidad de Chile, Michael Clark, se reunieron en la sede de la Conmebol en Luque para la audiencia por los graves incidentes ocurridos en la Copa Sudamericana. Al finalizar el encuentro, Grindetti describió el ambiente como “cordial”, un término que contrasta con la gravedad de los hechos y la incertidumbre sobre el futuro de la llave.
La audiencia, que se extendió por varias horas, tuvo como objetivo que ambas partes presentaran sus argumentos ante el Tribunal de Disciplina de la Conmebol. El encuentro se produjo tras la interrupción del partido de vuelta de los octavos de final, a causa de la violencia que escaló en las tribunas del estadio de Independiente.
Según declaraciones del presidente del club de Avellaneda, la reunión se desarrolló sin agresiones y en un marco de respeto, lo que permitió que cada entidad expusiera sus fundamentos. Grindetti indicó que la postura de Independiente es que se le deben conceder los puntos del partido, lo que le permitiría avanzar a la siguiente fase de la competencia.
No obstante, en el ámbito de la Conmebol, las decisiones no se toman de manera inmediata. Se espera que el fallo oficial se dé a conocer en los próximos días, aunque no se ha establecido una fecha precisa. El Tribunal de Disciplina deberá analizar los argumentos de ambos clubes, los reportes arbitrales y las pruebas presentadas para emitir su resolución.
Entre las posibles determinaciones, se contempla que la Conmebol otorgue el pase a uno de los dos equipos, la descalificación de ambos clubes, la reanudación del partido en un estadio neutral y a puertas cerradas, o incluso la aplicación de sanciones económicas y disciplinarias.
Mientras tanto, en Argentina, la Aprevide ha tomado medidas al prohibir el ingreso de público visitante a los partidos en la Provincia de Buenos Aires en los que participe la Universidad de Chile. Por su parte, el equipo chileno también defiende su postura, con el argumento de que la responsabilidad recae en el club organizador del evento.
La calma aparente que destacó Grindetti no oculta la complejidad del caso. El desenlace, que se conocerá en las próximas horas o días, tendrá un impacto significativo en el devenir de la Copa Sudamericana y en el futuro de ambos clubes en el ámbito internacional.